Spain is different

La final de la FA Cup, el equivalente inglés a nuestra Copa del Rey, se disputará el próximo 15 de mayo, sábado, en el estadio londinense de Wembley. Ese mismo día, en Berlín se decidirá el ganador de la DFB-Pokal alemana. En otro estadio Olímpico, el de Roma, probablemente sean Inter y el anfitrión giallorosso quienes se enfrenten en la final de la Coppa Italia, ahora por razones de patrocinio TIM Cup, el miércoles 5 de mayo. A los portugueses les gustan más los domingos, así que el 16 de mayo tenemos una cita en el estadio Nacional de Jamor para ver el partido definitivo de la Taça. Los más tempraneros serán los franceses, que acabarán su Coupe el 1 de mayo en Saint Denis.

Todas estas fechas y lugares están decididos desde antes de comenzar la temporada, lo que parece lógico teniendo en cuenta la cantidad de partidos que se juegan entre ligas de 20 equipos, copas, competiciones europeas y partidos de las diferentes selecciones. Mientras tanto, a estas alturas de película el Atlético de Madrid y el Sevilla aún no saben dónde ni cuándo lucharán por el título oficial. Ni lo saben, por tanto, sus aficionados, muchos de ellos con intención de ir a ver el partido y por tanto necesitados de conocer si tendrán que perder días libres en el trabajo, comprar billetes de avión o tren, reservar noches de hotel...

Y no se sabe porque nadie se ha molestado en establecerlo desde el principio y ahora, claro, no cuadran las fechas. En principio iba a ser el 26 de mayo, a lo que se niega la FIFA por aquello de que estamos en año de Mundial y los internacionales de ambos equipos deberían llegar en condiciones. Podría ser el 19 de mayo, pero entonces a ver en qué estadio: en el Bernabéu imposible porque poco después está la final de la Champions y no da tiempo a prepararlo todo; el Sevilla sugiere Mestalla, el Atleti propone el Camp Nou, la Federación de momento no dice nada. Hay hasta quien ha propuesto adelantar al 28 de abril el partido de liga del Pizjuán que precisamente tienen que jugar estos dos equipos el 2 de mayo y aprovechar el hueco para meter ahí la final de copa, coincidiendo con el resto de la jornada de liga; tal chapuza es poco probable que le haga gracia a las televisiones. Además, todo depende de hasta dónde lleguen ambos equipos en sus respectivas competiciones europeas, donde aún están vivos y coleando.

Para acabarlo de arreglar, ayer miércoles 3 de marzo se desperdició uno de los escasos huecos que ofrecía el calendario en el intrascendente partido amistoso internacional Francia - España, que, seamos sinceros, ha valido para tirarnos el pegote de que podemos con un equipo galo devaluadísimo y, sobre todo, para rodar anuncios y para que ambos equipos puedan sacar rentabilidad comercial a sus segundas equipaciones, porque cada vez se molestan menos en disimular que en el fútbol lo que realmente importa es la cantidad de camisetas que se vendan. Que no nos vendan la moto: poca utilidad como preparación para un mundial puede tener un partido suelto a ¡más de tres meses! de que empiece la competición.

Dando la imagen que estamos dando, quitarnos de encima los tópicos de chabacanos y desorganizados que llevamos encima los españoles por medio mundo nos va a costar mucho más de lo que nos temíamos...