lunes, 1 de marzo de 2010

Aficiones de bandera

¿Qué hacen 17.000 personas en un partido de Segunda B?

La playa contra la catedral, la capital contra la “aldea”, culos moyaos contra carballones…En Asturias la rivalidad entre Oviedo y Gijón supera el ámbito de lo exclusivamente deportivo. La disputa por el título de ciudad “más guapa” del Principado es una realidad cotidiana que se vive en todos los ámbitos: desde la política a las tertulias en las sidrerías. Las pasiones se desbordan si además el fútbol se mete de por medio.

Xuan y Manolín, aficionados del Sporting toman un culín en una sidrería de Gijón. Dice Xuan: “Oye, Manolín: ¿Sabes que acaba de salir a la venta un nuevo modelo de Seat?” Manolín contesta: “Ni idea”. “Sí oh, el Seat Oviedo, no te enteraste? Tiene elevalunas eléctrico, cierre centralizado, aire acondicionado… ¡y no pasa de Tercera!” Al otro lado de la barra, Marco y Luis escuchan la conversación: “Anda, tais guapos pa hablar de nadie vosotros… ¿A que no sabéis en que se parecen el Sporting de Gijón y las angulas? Pues en que en Navidad suben y después nada de nada…” Estos chistes forman parte cada día de las conversaciones de chigre a uno y otro lado de la autopista “Y” que une Gijón con Oviedo.



Programa Terapia de Grupo, TPA. Un sportinguista y un oviedista en un reto de chistes

EN PRIMERA Y SEGUNDA B

Aunque ambos clubes son históricos del fútbol español, su trayectoria de los últimos años ha transcurrido por caminos bien distintos. Tras 10 años en Segunda División, el Sporting de Gijón juega actualmente en Primera, a donde ascendió hace 2 temporadas . Muy lejos quedan ya aquellos tiempos en los que los gijoneses llegaron a disputar la UEFA. Con un presupuesto modesto de 25 millones de euros y una parte importante de los integrantes de su plantilla procedentes de la cantera, está situado en la décima posición de la clasificación a 10 puntos del descenso. Su objetivo, al igual que el año pasado, modesto pero realista: la permanencia en Primera.

Por su parte, el Real Oviedo acaba de subir a Segunda División B tras permanecer 6 años en Tercera, categoría a la que descendió en 2003 cuando sus jugadores denunciaron al club por el impago de sus salarios. Comenzó entonces uno de los capítulos más negros de la historia del club que estuvo a punto de desaparecer cuando ese mismo año el alcalde de la ciudad declaró públicamente que a partir de ese momento “el club de la ciudad pasaba a ser el Astur Club de Fútbol”. Un anuncio que generó una movilización ciudadana sin precedentes y que soliviantó los ánimos de la afición oviedista que se negó a resignarse a la desaparición del club de sus amores. Los carbayones vuelven hoy a sonreír ya que su equipo está segundo en la clasificación a sólo 5 puntos del líder, el Alcorcón. En el horizonte, el ascenso a Segunda División. Su sueño: volver a Primera… para machacar al Sporting.

LA BATALLA SE LIBRÓ EN EL TARTIERE

A falta de la repetición de esta imagen que no se produce desde que ambos equipos se enfrentaron en Primera División en 1998, el encuentro entre el Sporting B y Real Oviedo es de momento el único derby que llevarse a la boca en Asturias, aunque ninguno de los dos clubes lo consideran como tal por no disputarse entre los primeros equipos.

Como una cosa es la teoría, otra la práctica, y “la piquilla es la piquilla”, 17.274 personas demostraron que los enfrentamientos Gijón-Oviedo, sean en el deporte, categoría o actividad que sean, generan morbo. ¿Qué mejor motivo para burlarse de la ciudad rival que batirles en un campo de fútbol? El deporte rey es lo más parecido a un campo de batalla, y los equipos, los ejércitos que buscan la gloria de sus respectivas ciudades. ¡A por ellos!


MULTITUD AZUL CONTRA INDIFERENCIA ROJIBLANCA

Mientras en el campo los carbayones buscaban “venganza” tras la derrota del partido de ida, en las gradas las aficiones optaron por estrategias muy distintas: los azules llenaron de color azul su estadio para asustar al rival y demostrar que ellos son “la mejor afición de Asturias”. Una gran pancarta en la grada sur rezaba “Queremos esta victoria”. Enfrente, apenas se distinguían una decena de aficionados sportinguistas moviendo sus bufandas. Ni una pancarta . ¿Falta de apoyo al equipo? ¿Desinterés por el encuentro? Nada más lejos de la realidad. Su objetivo: menospreciar al rival. Su equipo está en Primera, “éste es un partido del filial”.

No faltó ningún ingrediente para hacer del encuentro la “fiesta” del futbol asturiano: emoción (empezó ganando el Oviedo, luego empató el Sporting) y polémica (los azules marcaron el gol de la victoria en el minuto 95). Al final, trifulca entre los jugadores y bronca en las gradas… El derby ya estaba completo…



A esta hora los azules festejan la revancha mientras los rojiblancos tiran de chiste para minimizar el efecto de la derrota con un golpe directo sobre el orgullo de su rival: ¿Cuál es la diferencia entra la cantera del Sporting y el Oviedo? De la del Sporting salen jugadores de primera, del Oviedo sólo adoquines…


1 comentario:

Unknown dijo...

Imposible, sea cual sea la categoria, que exista "amistad" entre los seguidores de estos dos equipos.