viernes, 16 de abril de 2010

El triunfo de los 169 centimetros

“No llega a la estatura mínima”, “Es muy bajito para jugar al fútbol” o “ Tenemos que descartarlo por su altura”. Son algunas de las frases que tuvieron que escuchar cuando apenas eran unos niños y acudían de la mano de sus padres a las pruebas físicas de los clubes de fútbol. A David se lo dijeron en el Real Oviedo cuando tenía 17 años. A Santiago le cedieron a otro club cuando cumplió los 16 porque no daba la talla. A los 14 años Lionel medía 1´46 cm. El rechazo de los que no creyeron en ellos por su falta de centímetros no ha supuesto un obstáculo en el camino a la élite de jugadores como Villa, Cazorla o Messi. Los “pequeños” destacan hoy entre los “grandes” de nuestro fútbol.

Citius, altius, fortius es una locución latina que significa “más rápido, más alto, más fuerte” . La frase fue pronunciada por el Barón Pierre de Coubertein durante la inauguración de los primeros Juegos Olímpicos de la Edad Moderna celebrados en 1896 en Atenas. Está claro que ser más fuerte y más rápido es una ventaja en cualquier deporte, pero ser el más alto lo es? En principio la respuesta sería sí, aunque revisando los deportistas más altos en los diferentes deportes, nunca el mejor en una modalidad fue el más alto, quizás porque a más altura menor velocidad, y ésta última sea más determinante. Está claro que lo ideal sería ser más alto, y al menos igual de rápido que los demás. Ussain Bolt, el plusmarquista mundial de los 100 metros es el mejor ejemplo. Con una frecuencia de zancada parecida a sus rivales, sus 1.96 cm hacen que tenga que hacer algunas zancadas menos que los demás gracias a su amplitud. De todos los deportes, el baloncesto es aquel en el que más cuenta la altura. Es común que chicos muy altos empiecen a practicarlo en la pubertad, cuando empiezan a destacar por su altura. Sin embargo, ninguno de los hombres más altos del mundo que han pasado por el baloncesto han triunfado. Dicho esto, no dejemos que esta introducción que nos ha llevado a perdernos por las alturas nos distraiga al punto de partida de este artículo que queremos dedicar a los “grandes bajitos” de nuestro fútbol.

“La pulga”, la estrella más “bajita” del firmamento futbolístico La historia de Leo Messi es el mejor ejemplo de que el sacrificio, tesón y fe en uno mismo es capaz de superar las limitaciones impuestas por las leyes de la naturaleza. Desde niño. Poco antes de disputar su primera final, Lionel Messi se quedó encerrado en un baño. El niño que no podía ser detenido por defensa alguno se enfrentó a una cerradura averiada. Faltaba poco para que empezara el partido y Leo aporreaba la puerta sin que nadie lo escuchara. El trofeo de ese campeonato era el mejor del mundo: una bicicleta. Otros hubieran cedido a las lágrimas y la resignación, otros más habrían agradecido no tener que demostrar nada en el campo. El pequeño Leo rompió el cristal de la ventana y saltó hacia fuera. Llegó a la cancha con la seguridad de quien no puede ser detenido. Anotó tres goles en la final. El genio tenía su bicicleta.
Leo Messi debutó en el equipo de su barrio con apenas 5 años. Su entrenador no esperaba mucho de aquel niño diminuto. De repente, Messi coje un balón y éste dice: "¡Patéala!". Lejos de hacerle caso, recorrió todo el campo sin deshacerse de la pelota. Por aquel entonces, más que goleador, La Pulga era un enganche, es decir, un vendaval que limpiaba el campo de adversarios para que otro se encargara de meter el gol. A los 8 años sus padres empezaron a preocuparse por su baja estatura.

Cuando lo llevaron al médico y supieron que le faltaba una hormona que permite el crecimiento les dijeron que había tratamiento, pero costaba 1.500 dólares mensuales, algo incosteable para la familia. Gracias al apoyo de dos de compañías de Rosario, Leo comenzó a inyectarse la hormona en la pierna. Desde entonces, su destreza solo sería superada por su fuerza de voluntad. En 2001 la familia Messi se trasladó a Barcelona para apoyar a La Pulga, por cierto, apodado así por su rapidez de movimientos y su escasa altura. A partir de aquí la historia es la conocida: la de los títulos y los reconocimientos individuales… y los increíbles goles que a los 23 años y con 169 cm es el jugador más apreciado del planeta. Y no solo eso, el jurado que le otorgó el el último Balón de Oro describió su juego como un impredecible y magnifico control de balón, a lo que se une el hecho de ser un buen rematador de cabeza, a pesar de su baja estatura . Por cierto, dicen los comentaristas argentinos que Messi sera la figura del Mundial de Sudafrica si Maradona le rodea de delanteros de baja estatura física, como ocurre en el FC Barcelona con Pedro Rodríguez y Bojan Krkic.

El Guaje”, del Real Oviedo al Sporting de Gijón por “bajito” A David Villa sus amigos le apodaron “El Guaje” porque siempre jugaba con los mayores. De edad y estatura. Su trayectoria futbolística es otro ejemplo de afán de superación. Cuándo era muy jóven,se fracturó el fémur. Cómo ya no podía golpear el balón con el pié derecho, su padre le mandó practicar con el pie izquierdo. Es quizás por eso qué ahora es un jugador ambidextro. Empezó a jugar en el UP Langreo, donde jugó hasta los diecisiete años. A esa edad llamó la atención de los clubes asturianos punteros, pero el Real Oviedo descartó incorporarlo a su cantera porque el cuerpo técnico no creyó que tuviese suficiente potencial. El principal motivo, “su poca potencia y altura”. Las malas lenguas dicen que a esto se le unía el hecho de que vivía en la localidad de Tuilla, ubicada en Langreo, a 35 km de la capital, “un recorrido demasiado largo para el autobús que recogía a los chavales”, nos dicen . Esto le dejó el camino libre al Real Sporting de Gijón, que le fichó para su cantera. Con los gijoneses debutó en primera división. Hoy sobra decir que estamos ante el mejor delantero de nuestro país,deseado por los mejores clubes de europeos y españoles , incluido el Real Madrid y una de las estrellas de la selección nacional.


Santi Cazorla: “Soy bajo pero libre en el campo”

Dicen del actual centrocampista del Villareal que es un jugador de carácter ofensivo, hábil con el balón, que puede jugar tanto en la izquierda como en la derecha. Destaca por su capacidad para controlar y driblar, y claro, por su velocidad. “Yo siempre he sido pequeño, en todas las categorías”, reconoce el asturiano. “Es cierto que el fútbol está dominado por gente alta, pero cada vez se juega más por abajo y bien. "En épocas anteriores se miraba más la estatura y eso nos complicaba progresar a la gente que no la teníamos”. Al pronunciar estas palabras Santi recuerda aquel año en que cuando estaba en categoría juvenil su club, el Real Oviedo, le cedió al Astur, la segunda entidad deportiva de la ciudad. Allí el pequeño extremo cumplió su venganza: el Astur acabó por delante del propio Oviedo y del Sporting en División de Honor. Cuando llegó el Villarreal para incorporarlo a su filial, ni el futbolista ni su familia, siempre ligada al fútbol, tuvieron duda alguna. De hecho Santi empezó su carrera con siete años, el mismo día que acompañó a su padre y su hermano a que el segundo realizara una prueba en el Covadonga. Al concluir la jornada, el club se quedó con el pequeño de la casa. Algo está cambiando en el futbol. El propio seleccionador nacional Del Bosque admite que al fútbol siempre han jugado mejor los pequeños. Cazorla tiene para eso su explicación "Cuanto más grande eres, más pesas y más te cuesta moverte en espacios cortos, que en el fútbol actual cada vez lo son más. No es un problema de agilidad, sino de movilidad".

Que no lo es lo han demostrado los logros deportivos de nuestros tres anteriores protagonistas, a los que podríamos incluir en el selecto grupo de “futbolistas bajitos en la élite”. A este ilustre grupo pertenecen otros muchos como Juan Mata u otro jugador del Valencia David Silva, cuyo nombre suena estos días para ser fichado por el Real Madrid. Curioso teniendo en cuenta que cuando a los 14 años realizó las pruebas para entrar en el club blanco, fue rechazado por su baja estatura. A buen seguro, se nos ha pasado por alto algún otro futbolista que estrella presente o futura, que con su talento confirmará nuestra reflexión de que para ser un grande ,el tamaño no importa.



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