Tote tenía razón

La victoria del Mallorca en la noche de ayer lunes, último partido de la jornada número 33 de la Liga española de primera división, significa dos cosas. Por un lado, que los baleares en casa están casi imparables y cada vez hacen más méritos para ganarse una plaza en competición europea la próxima temporada. Por otro, que Jorge López Marco tenía toda la razón del mundo en sus declaraciones de hace un par de semanas.

El triunfo de los 169 centimetros

“No llega a la estatura mínima”, “Es muy bajito para jugar al fútbol” o “ Tenemos que descartarlo por su altura”. Son algunas de las frases que tuvieron que escuchar cuando apenas eran unos niños y acudían de la mano de sus padres a las pruebas físicas de los clubes de fútbol. A David se lo dijeron en el Real Oviedo cuando tenía 17 años. A Santiago le cedieron a otro club cuando cumplió los 16 porque no daba la talla. A los 14 años Lionel medía 1´46 cm. El rechazo de los que no creyeron en ellos por su falta de centímetros no ha supuesto un obstáculo en el camino a la élite de jugadores como Villa, Cazorla o Messi. Los “pequeños” destacan hoy entre los “grandes” de nuestro fútbol.

Adiós a un maestro

Juan Manuel Gozalo Gómez (Muriedas de Camargo, 1944) apagó su micrófono el pasado domingo. A la edad de 65 años, y tras pelear codo con codo contra un dichoso cáncer de páncreas, una de las mayores referencias del periodismo deportivo de nuestro país nos decía adiós. El mundo del periodismo llora esta trágica perdida, que ha herido de muerte su corazón. Gran apasionado del mundo de la radio, comenzó a mostrar sus virtudes con tan sólo nueve años, tras debutar en el cuadro de actores infantiles de la Cadena Ser. Colaboró con numerosas emisoras, y fue reportero de la agencia Alfil (Actualmente EFE Deportes), además de trabajar en el diario Pueblo con otro gran periodista, Jose María García.

Españoles tras el objetivo de la Liga Árabe de Fútbol

Están tras el objetivo de una cámara, en el control de realización, o en el departamento de producción. Apenas son 24 de un equipo de centenares, pero tienen algo en común… hablan castellano. Son los españoles que trabajan en las retransmisiones de la Primera División de la Liga de Fútbol de los Emiratos Árabes Unidos. Testigos de la creciente pasión por el fútbol en los países de los petrodólares: estadios de lujo y estrellas del futbol europeo en sus últimos años en activo conviven con las ancestrales tradiciones religiosas del Golfo Pérsico.

Un debate absurdo: el mejor jugador de la Historia

Los medios de comunicación de carácter deportivo llevan un cierto tiempo enfrascados en una competición por ver quién suelta la barbaridad más gorda. Deben de pensarse que los espectadores, lectores y oyentes andan tan escasos de intelecto, o tan cegados de fanatismo por sus colores (que para el caso es lo mismo), que se tragan cualquier sinsentido que les quieran contar. Y lo malo es que si nos fiamos de los datos de tiradas, estudios de medios y demás instrumentos de medida de ventas y audiencias, parecen tener razón...

En todo caso, una de las últimas que se les ha ocurrido, y que lleva un par de semanas revoloteando por micrófonos y plumas varias, casi supera todo lo visto hasta ahora. Resulta que hay un chico en el Barça que responde al nombre de Lionel Messi, que juega bastante bien, que lleva el número 10 y que además es argentino. Coincidencias suficientes para compararle con Maradona y, pásmense, para atreverse a plantear que el nuevo chico maravilla podría ser el mejor jugador de toda la historia, ni más ni menos.